La organización

Otro pilar de la comunalidad que mantiene el sistema de vida comunitario es la organización, esta a su vez se relaciona con la forma de concebirnos las personas que habitamos en un territorio o comunidad en este caso, Ayava, Municipio ubicado en el Distrito de Cuicatlán.

Considero que quienes vivimos en una comunidad nos percibimos a sí mismos, como seres colectivos, seres en relación permanente con los otros, se manifiesta con el reconocimiento con los otros; como hermanos, tal como los abuelos se referían a las personas que integran una asamblea Da’a ñuu, da’a tsaayu como hijos de un pueblo, hijos de la madre tierra, desde el sentido y principio ético, de respeto y hermandad entre los semejantes, de ahí la importancia de sentirnos, pensarnos en colectivo.

Ser Da’a ñuu, da’a tsaayu no se limita al ciudadano; puesto que todos somos hijos e hijas de un pueblo, de un territorio, con una gran diversidad desde el ser mujer u hombre, no obstante, se mira al otro como parte de uno, independientemente de las diferencias.

Soy mujer, soy parte de una comunidad porque las otras, los otros me reconocen y nos reconocemos con el saludo Kuun ku’u, eres hermana, es así como los hijos de los hermanos, hermanas, pasan también a ser hijos, sobrinos o nietos de las demás personas, esta forma de concebirnos no se limita a las familias biológicas, sino a toda la comunidad y se expresa en el saludo.

Teniendo claro el reconocimiento con el nosotros, porque somos con el otro, somos colectivo, en ese mismo sentido se piensa y actúa en la organización, que ha permitido la continuidad de la cultura originaria, la sobrevivencia de las mismas comunidades a pesar del despojo y abandono que hemos vivido durante siglos.

La forma colectiva de relacionarse y organizarse de los abuelos, permitió la defensa del territorio, la construcción de caminos, escuelas, y demás servicios, que son parte de la comunidad, ya que las actividades se realizaban a través del tequio o trabajo colectivo para el bien común, principalmente los domingos de cada semana, sin ninguna remuneración económica, pensando en la mejoría de la comunidad y sus habitantes.

Por todo lo expuesto, en el caso del servicio y el sistema de cargos en mi comunidad, se apegaba a lo que nombran como usos y costumbres, con la participación directa de los hombres en todos los cargos, los jóvenes empezaban por los cargos menores, como el de Acólito en la iglesia católica, espacio en donde iniciaban su experiencia, el sentido de responsabilidad y trabajo colectivo, así iban ascendiendo hasta llegar a desempeñar el cargo de mayor responsabilidad, que era el de Presidente Municipal.  

La Autoridad o Ta de’e se entiende como el conjunto de personas que guían un pueblo, con el acompañamiento de los Tanisa’anu, ancianos o personas de mayor experiencia y reconocimiento. A partir de la coordinación, las autoridades trabajaban con la misma o mayor responsabilidad que las demás personas, como ejemplo: el presidente no es el que manda o tiene el poder, es quien debe de propiciar las condiciones, para la integración, el apoyo mutuo, por el bien común, empezando por sus propias acciones, ejecutando y haciendo cumplir los acuerdos de la asamblea.  Cuando el hombre de la familia era elegido en asamblea por todos los asistentes, sabía que tenía que dar su tiempo, su trabajo en casi todas las actividades, sin ninguna remuneración económica, esto complejizaba las condiciones y necesidades de los demás integrantes de la familia. 

En los cargos más importantes una de las condiciones era que quien asumiera el cargo tuviera una compañera de preferencia esposa, mamá o hermana ya que cuando había algún evento importante, ambos participaban. En algunas situaciones las mismas mujeres apoyaban y llevaban parte de la responsabilidad del cargo, no obstante, por diversas situaciones no asumían directamente los cargos, se dedicaban a la crianza y necesidades de los demás integrantes de la familia, podría decir que los servicios eran familiares, en la comunidad todas las familias tienen la aprobación, el reconocimiento, la claridad de los cargos y del trabajo realizado, expresando que tal o cual familia ha cumplido con su servicio.   

A partir de la asignación de una aportación económica al Municipio, por el Gobierno Estatal, derivado de la reforma fiscal de 1992, pude observar cambios en la elección y  nombramiento de las autoridades, ya que las autoridades comunitarias empezaron a recibir y administrar directamente los recursos económicos, para algunas necesidades del Municipio; otro factor que ha provocado cambios en la organización, ha sido la migración, por la disminución o retorno de habitantes en la comunidad; de la misma forma, la incorporación a programas sociales demandó la integración de comités, generando otras condiciones.  

El sistema de usos y costumbres en mi comunidad ha sido dinámico, se ha transformando, el contexto actual es distinto al que padecieron nuestros abuelos y abuelas. Los primeros cargos que ocuparon las mujeres de manera directa, hace dos décadas, fueron como: comités de las instituciones educativas y de los programas sociales, actualmente la comunidad y la asamblea tienen mayor apertura para la participación de las mujeres, algunas se han incorporado en las regidurías.

La forma de vida, las necesidades y el sentido de responsabilidad que tenemos algunas mujeres, nos limita a hacer presencia en los cargos comunitarios, considero que nuestra participación directa trastocaría la organización y otros ámbitos de la vida comunitaria y me pregunto: ¿quiénes tendrían que cumplir con todos los cargos y por qué?, las mujeres ¿estaríamos dispuestas a participar desde la adolescencia, como lo hacen los hombres? Evidentemente necesitamos dialogar, repensar y proponer otras formas de organización, a través del análisis, el diálogo, el consenso y la toma de decisiones en la asamblea, de modo que favorezca a la comunidad en el contexto actual.

Pienso que un cargo, implica asumir las responsabilidades y desempeñar el servicio comunitario, sin perder de vista la forma de guiar y contribuir, no se trata sólo de hacer un cargo, para simular la pertinencia de la igualdad o equidad de derechos que se exige desde una visión ajena, pienso que la organización comunitaria, va más allá de la democracia.




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